Viernes 13 parte 8 Jason toma Manhattan (1989)

Después de la decepcionante recaudación bruta del viernes 13, parte VII: The New Blood (1988), el director John Carl Buechler comenzó a desarrollar un nuevo guion. La película, como varios de sus predecesores, estaba destinada a ser la película final de la serie. Fue la última película de la serie que fue distribuida por Paramount Pictures en los Estados Unidos hasta 2009, con las subsiguientes entregas por parte de New Line Cinema. Recibió gran atención por su campaña de marketing inicial, con Jason Voorhees recortando el logotipo de " I Love New York " con un cuchillo, que luego se retractó después de que el comité de turismo de la ciudad de Nueva York presentó una queja contra Paramount Pictures. Rob Hedden dirigió y escribió el film.

Los estudiantes de último curso de Crystal Lake van a “Nueva York” de excursión. Entre ellos la joven Rennie, atormentada desde pequeña por Jason Voorhes, al que vio morir ahogado en sueños. Ahora Jason, que estaba enterrado en el fondo del lago junto a los escombros; ha vuelto nuevamente gracias a una descarga eléctrica. Con las energías y el instinto asesino renovado, Voorhes va asestando mortales golpes hasta llegar al puerto de “Nueva York”, donde Rennie tendrá que luchar una mortal batalla con el asesino de la máscara de hockey.

La octava entrega de la franquicia Viernes 13 sugiere tomar la acción de la película en la ciudad de Nueva York, y lo hace por un momento, pero solo en el tercer acto. El film se centra en Jason matando a los estudiantes del instituto Crystal Lake en el barco que va a New York. Todavía hay mucha diversión; fiesta, sexo, desnudez y gore.

Jason aquí demuestra que se puede teletransportar estando en varios sitios a la vez. Repasamos su historia con flashbacks, alucinaciones y una conexión extraña, algo psíquica con la protagonista principal, con el guion tomando direcciones extrañas respecto al villano, pero sigue sintiéndose como un film de Viernes 13. Los personajes no están nada desarrollados y no tienen personalidad, no empatizas nada. El guion es bastante malo, la dirección es decente pero no sobresale en nada, los efectos especiales están bien.

Los escenarios están bastante bien, puedes encontrar una pista de boxeo, una pista de baile de discoteca, una sauna, un montón de habitaciones y una sala de máquinas que son poco para un bote del tamaño de un autobús. Los asesinatos son complejos en el papel y requieren un entorno complejo que el presupuesto parece no poder pagar; El mismo presupuesto que no puede manejar Manhattan. La resolución de la película se siente agudizada para justificar su premisa.

La película es infinitamente problemática. Se había planeado escenas en el Empire State Building y el Puente de Brooklyn sin embargo Manhattan sale muy poco al final. Pero, ¿por qué solo hay dos maestros para unos cincuenta niños? ¿Y solo cuatro tripulantes? ¿Hay un chef? ¿Personal del bar? Un dj? Y si Crystal Lake está en Nueva Jersey, ¿a quién le tomaría mucho tiempo viajar en crucero a la Gran Manzana? Eso nunca se responderá.

No hay grandes escenas de muerte la única que me gusta un poco es el momento previo a que mate a la chica rubia en la ducha.

Es bastante floja Jason no mata a la gente de New York y su objetivo es matar a los chicos del barco, los protagonistas no están bien definidos, las visiones de Jason de chico pequeño de la chica es absurdo. Que al morir Jason junto a los barriles tóxicos se convierta en ese niño es peor aún. No da miedo hay muy poca tensión. Es un slasher decente pero un mal film de Viernes 13.

• Película   6
• Terror      5
• Muertes   4
• Guion      5